Da orgullo lo que se vio que dejaron en la cancha, da orgullo que aunque el resultado haya sido el mismo que 2008 en Mar del Plata las cosas se hicieron diferentes y se aprendió, da orgullo ver que crecieron como equipo y cada uno como persona.
Da orgullo y porque no bronca a la misma vez haber estado tan cerca de algo que parecía tan imposible como difícil y tan inalcanzable como esos pocos puntos que separaron a Juan Martín Del Potro tanto el viernes ante David Ferrer como hoy ante Rafael Nadal de la victoria y por ende del batacazo.
Da orgullo, y porque no decirlo, haber perdido frente a la mejor España de los últimos años con un Rafa Nadal casi intratable y un Ferrer enchufadisimo y con mucho hambre de gloria.
Da orgullo no tener, no querer y no poder reprochar nada a ningún deportista o capitán. Porque adentro de la cancha sudaron la camiseta como a tantos otros deportistas se les pide en Argentina y afuera hubo una estrategia que nunca se puso en duda que sirviera ni se cambio a último momento pese al 2 a 0 del viernes.
Da orgullo en definitiva haberse superado, haber aprendido a perder con alguien que realmente es mejor aunque duela. El año que viene de visitante y ante Alemania comienza otra ilusiónque quizás también sea motivo de orgullo.
